La discriminación en los premios literarios
El asunto empezó cuando me recomendaron participar en un concurso literario. Según me habían comentado, la convocatoria era interesante y el monto del premio también, así que investigué más sobre el tema en internet. Ni bien leí las bases, dejó de parecerme interesante la propuesta. Descubrí que para poder participar tendría que hacer algo muy drástico, tanto como una operación de cambio de sexo. Allí decía claramente que la convocatoria era solo para "escritoras mujeres" (¿acaso hay escritoras hombres?).
No era la primera vez que me topaba con éste impedimento, pero en las oportunidades anteriores simplemente dejé pasar el asunto. Mal hecho, no deberíamos naturalizar la discriminación basada en el sexo. Esta vez me surgió la duda: ¿Sería posible que este tipo de discriminación fuera común en el ámbito literario o se trataría de casos aislados? A partir de esa pregunta empecé a buscar. Desafortunadamente me encontré con que la discriminación por sexo es cosa de todos los días y parece ir siempre en el mismo sentido.
Una simple búsqueda en internet de concursos literarios exclusivos para mujeres arroja unas cuantas páginas de resultados, mientras que al hacer la búsqueda en el sentido inverso, no figuran concursos literarios solo para hombres. Abajo pueden ver algunos ejemplos de convocatorias recientes que encontré. Cabe destacar que la mayoría están originadas en España.
Lo más sorprendente es que no parecen llamarle la atención a nadie estas situaciones de discriminación. A nadie le importa. Tal vez esto vaya en sintonía con que a nadie le importa la literatura o tal vez tenga que ver con la moda, uso o costumbre, que dice que “la discriminación es algo muy malo, pero también puede ser algo muy bueno”. Más allá de la paradoja, ¿cuándo puede ser políticamente correcto discriminar? Abandonen toda lógica y acompáñenme con su mejor voluntad en este razonamiento: Tal vez podría ser buena la discriminación cuando se ejerce para favorecer a una minoría o a un grupo débil. El problema en este caso es que las mujeres son mayoría, y que tienen mucha más presencia que los hombres en carreras de filosofía y letras. ¿Cuál sería su debilidad en el mundo literario? Ninguna. ¿Se está intentando por medio de estos concursos dar a entender que ellas estarían en desventaja al competir contra hombres? Si es así, no comparto la idea.
No hay ninguna explicación que puedan darme los organizadores de estos certámenes, de hecho no responden mis correos, supongo que porque no tienen nada que responder. ¿Qué podrían decir? “Lo sentimos, somos unos miserables”. No, nadie acepta su propia miseria. Lo que hacen es seguir adelante silenciosamente con su canallada, total no parece haber sanciones, ni penales ni sociales.
Hasta aquí, lo que le toca a los organizadores. Ahora, sobre las autoras que participan en estas convocatorias: Me pregunto qué esperan obtener, ¿qué pueden ganar? No mucho. Está claro que ganar un concurso en el cual se le ha impedido participar a la mitad de los aspirantes, tiene la mitad del mérito. Aprovechar la oportunidad de una convocatoria limitada, demuestra una limitación autoimpuesta. Es un ir a menos. Mi humilde consejo, para las escritoras que quieran escucharlo, es que no apoyen con su participación a organizaciones que quieren dividirnos por sexo en dos guetos literarios. Vivimos en un mundo mixto, no escondan la cabeza en ventajas y tratos especiales, salgan a vivirlo completo.
Para muestra basta un botón, pero aquí les dejo toda una camisa de ejemplos recientes:
Mujerarte 2015. Creado por una "Delegación de igualdad"... y de paradojas, agregaría yo.
XIX PREMIO MARÍA DE MAEZTU 2015. Otra "Comisión de la igualdad" (que desgracia debe ser no entender el idioma que uno habla).
Premio MARTA de MONT MARÇAL 2015. “Un premio creado por mujeres y para mujeres”, reza la página web que divulga las bases de éste certamen. Todo un canto al aislamiento.
Mujer al Viento.
PREMIO DE LITERARIA ERÓTICA VÁLGAME DIOS 2015.
Premio de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2015.
V CONCURSO DE POESÍA LA NUCIA 2015.
XVI PREMIO LITERARIO DE NARRATIVA DE MUJERES, COMUNIDAD VALENCIANA.
XXVII PREMIO “ANA MARÍA MATUTE”.
XXXII Premio “Carmen Conde”.
Estoy totalmente de acuerdo con tus palabras, pero como mujer también veo en estas convocatorias una discriminación hacia nosotras pretendiendo"cuidarnos" en un "ámbito protegido" admitiendo implicitamente que somos incapaces de competir con los autores masculinos.
ResponderBorrarLe hacen un flaco favor a las mujeres. Esto no beneficia a nadie.
Borrar¡¡Me he quedado perpleja!! Claro que no, me parece una gran tontería. Es bonito participar TODOS, hombres y mujeres, y además, enriquece mucho el nivel y lo hace más diverso y creativo. Al final la pretendida "Igualdad" está haciendo mucho daño a nosotras...
ResponderBorrarExactamente. El problema es que esto no es igualdad, es todo lo contrario, es seguir separando. Alcanzar la igualdad (bien entendida), sería una buena noticia para todos.
BorrarInsólito!! Hoy día la mujer lucha x la igualdad de oportunidades y en este ámbito no lo brinda y se parapeta como los hombres en otros haciendo exactamente lo que critica!!!
ResponderBorrarAsí no es la cosa mujeres!! Te apoyo 100% Javier, eso no es igualdad en una competencia justa donde se tiene que demostrar destreza, imaginación y arte no fuerza (x ejem.)!!! Te apoyo y firmo cualquier documento o petitorio que decidas redactar.
Abrazos
Cecy
“Nunca he creído que por ser mujer deba merecer tratos especiales. De creerlo estaría reconociendo que soy inferior a los hombres, y yo no soy inferior a ninguno de ellos”.
BorrarMarie Curie
Tal como yo lo veo, no es más que repetir el pasado...pero a la inversa: antes no se permitía publicar a mujeres, ahora no permitimos nosotras que ellos participen.
ResponderBorrarEsta actitud es un arma de doble filo. Por una parte, logra que las mujeres participen y antes estaban silenciadas. Pero, por otra, perpetúa la diferenciación por sexos.
Soy partidaria de incluir a los hombres en estos concursos siempre y cuando no retratan a la mujer desde una perspectiva tradicional masculina. Los hombres tienen que aprender a salirse de esa manía de estereotipar a personajes femeninos. Muchas veces es tan poco creíble lo que escriben que nadie se da cuenta por estar normalizado.
Pues mira, estoy de acuerdo en parte. Yo tenía un par de premios menores, y me lancé a un certamen de poesía solo para mujeres. Posiblemente no lo haga más, porque algo de razón tenéis. Pero resultó que saqué el primer premio (y te puedo asegurar que el poemario con el segundo premio era muy bueno). Eso me animó (a mis 64 años) a coger más confianza y seguir escribiendo. A mi edad, por pura pasión. ¿Por qué no antes? Siempre escribí, pero no tenía tiempo para más: trabajo, tres hijos, una de ellas con discapacidad. Sí, las mujeres siempre tenemos menos tiempo, oportunidades como esta mientras el mundo siga así tal vez no sean tan malas. Ojalá llegue un día en que no haga falta, y que no tenga que haber un día de la Mujer ni un día contra la Violencia ni certámenes para animar a mujeres como yo. Abrazo a todos, y seguid con esta maravillosa pasión.
ResponderBorrarCelebro que hayas encontrado la confianza para seguir escribiendo. Espero que esa confianza te siga acompañando incluso cuando no ganes premios; eso es lo importante. A menudo, los premios ni siquiera son el mejor indicador de calidad literaria.
BorrarMe parece un poco apresurado decir que las mujeres tienen menos tiempo, cuando las estadísticas muestran cada vez menos mujeres eligiendo la maternidad y a los hombres viviendo menos años y perdiendo más horas en el trabajo. Incluso estando obligados, en algunos países (Argentina incluida), a trabajar más años que las mujeres para poder retirarse.
Por supuesto que muchísimos hombres también se encuentran en situaciones personales o financieras acuciantes que les impiden dedicarse a la escritura. Convengamos que es una actividad de privilegio que consume tiempo sin otorgar réditos económicos. Tendría mucho más sentido hacer el corte para ecualizar el mundo literario por nivel económico en vez de género.
Creo que con un mínimo de empatía se entiende que ambos géneros atraviesan
dificultades y que la vida no es fácil casi para nadie.
Pero más allá de la discusión del tiempo disponible, sigo pensando que hay que abrazar la igualdad y que, en un mundo mixto, nada bueno sale de separarnos artificialmente en dos guetos literarios.
Que nunca decaiga la confianza para seguir escribiendo. Abrazo.
En los concursos de pintura pasa exactamente lo mismo, mucho más doliente cuando se hacen con dinero público. Estoy esperando con ganas a que alguien se atreva a organizar un concurso de pintura o literatura solo para hombres, para que este absurdo caso de discriminación dolosa salga a la palestra.
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