Ser o no ser, para algunos no es una cuestión
Es así: uno es uno más la suma de sus circunstancias. “Ser o no ser, esa es la cuestión” son las palabras que William Shakespeare puso en los labios de Hamlet en su soliloquio del tercer acto de la tragedia homónima. Es un interrogante básico, inherente a la naturaleza de todos nosotros, pobres mortales. Pero si uno es un gato encerrado en una caja, a la merced de un dispositivo que libera veneno al detectar la radiación de una partícula radioactiva, las virtudes de la superposición cuántica hacen que aquello de ser o no ser no sea ninguna cuestión. Porque, de nuevo, uno es uno y sus circunstancias.
Hamlet: —Ser o no ser.
Gato de Schrödinger: —Ambos.
FUAHHH no lo había ni imaginado, esta muy interesante tu planteo!!!
ResponderBorrarCecy :)