Billar 🎱

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Billar

Son las seis de la mañana y estoy sentado detrás del volante, estacionado, esperando. En la calle solo hay calma, me gusta esa tranquilidad de la mañana, antes que todos se alboroten.

Siento que un día caí por la buchaca equivocada y ya no pude subir, porque no se sube así nomás, las rampas te van llevando.

Algo se rompió en mí, hubo un corte entre la imaginación y la realidad. Mi mano sobre el volante frío es real, todo lo demás es imaginación, palabras, cultura, los deseos de los otros forzados dentro de mi cabeza, sus ridículas creencias… le rezan a un santo, le rezan a una pancarta, gritan consignas.

La fuerza es real. No hay dilema ni resentimiento, el fuerte gana, el débil sufre.

Resultó que la naturaleza era la explicación que me faltaba cuando intentaba entender la injusticia, cuando me indignaba como el presentador del noticiero del mediodía.

Lo entendí y caí, como una bola de billar. Parecía que estaba eligiendo, pero alguien armó esas rampas y las leyes de la física siempre aplican. Una vez que caés, no le vas a mojar la oreja a la gravedad, solo podés seguir rodando.

Son las seis y cinco, me guardo dos cargadores en los bolsillos de la campera y le saco el seguro al FAL. El blindado llegó antes de tiempo.


Son las seis de la mañana y estoy sentado detrás del volante, estacionado, esperando. En la calle solo hay calma, me gusta esa tranquilidad ...

Las letras y el café combinan bien


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3 comentarios:

  1. Guauhhh muy duro!!!, estabamos de bajón pero como siempre impecable!! Abrazos
    Cecy :)

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  2. Ao cairmos sempre nos levantamos!!! Maria

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